COMIENZOS
Desde mediados del siglo XIX, la familia García ha sido sinónimo del buen hacer en el oficio de la sombrerería. El bisabuelo de los actuales propietarios de Antonio García Sombreros-Equitación es quien inaugura esta saga familiar y da nombre al negocio. Una temprana vocación lo conduce desde muy joven a los mejores talleres de artesanía del sombrero que existían en la Sevilla del momento. En ellos aprende las diferentes técnicas y procedimientos de elaboración de este complemento tan esencial en la indumentaria de la época. Completa todo un ciclo de elaboración artesana del sombrero que parte desde la fabricación de la materia prima -el casco de pelo de conejo- hasta su conversión en los más variados artículos de sombrerería confeccionados a mano con una extraordinaria calidad.
